El Estado hace acuerdos con personas naturales o empresas -públicas o privadas- para cumplir ciertas tareas, estos son los contratos públicos. Cada año se liberan más datos. En 2017, se publicaron 1.1 millones.
Esto sucede porque el Estado no siempre tiene dentro de su poder la facilidad de hacer y prestar todos los bienes y servicios necesarios para la población. Además, es la forma de poner las reglas de juego para usar los recursos públicos.
Los dineros para esos contratos salen de nuestros bolsillos, con nuestros impuestos.
Con estos contratos públicos el Estado puede materializar su política pública y ejecutar su presupuesto con orden y optimización...al menos en la teoría.
Por eso, es nuestro derecho y deber hacerle monitoreo al gasto público y saber en qué se está invirtiendo nuestro dinero.